Nada que decir.
A veces pasa.
El silencio es necesario.
En lugar de eso, hablamos.
Trivialidades.
Llenamos el vacío con la nada.
Miedo a enfrentarnos a nosotros mismos.
Jugamos sobre seguro.
Misma pintura, misma canción, misma frase.
Una y otra vez.
Mirar hacía dentro puede ser aterrador.
Algo que decir.
Probablemente pasa todos los días.
Se requiere coraje.
Aun así, nos paralizamos.
Silencio.
Decir algo relevante es arriesgado.
Quizá no sea lo correcto.
¿Qué dirán?
Se necesita valor para hablar desde el corazón.
En una frase o en una pintura. En una canción o en una acto.
Francis Bacon dijo una vez,
“Si decides ser pintor, debes decidir también que no tienes miedo de hacer el ridículo”
Supongo que también sirve si decides ser tú mismo.
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