Giacometti me reconforta.
Siempre.
Sus pinturas, sus esculturas y sus palabras.
Incluso ver su cara en una fotografía me toca el corazón.
Constantemente humilde, dubitativo y cálido.
Él y sus creaciones.
Su obra es la persecución de algo inalcanzable.
Una búsqueda sin esperanza.
Como él dijo:
“Es imposible crear algo de la forma que yo lo veo, por qué cuanto más cerca estoy más diferente me parece”
Una pintura nunca se ve igual.
Ni un libro.
Ni una canción.
Distancia, tiempo y uno mismo.
El ángulo es la clave.
En el arte y en la vida.
Quizá los problemas de cada día son también un tema de perspectiva.
Demasiado cerca, demasiado lejos.
Quién sabe.
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